El té de jengibre es una bebida muy recomendada por los especialistas en medicina natural. Pues sus múltiples beneficios están altamente comprobados en la prevención de algunas enfermedades y otros beneficios para la salud.
Pero su consumo va más allá, pues el naturópata Octavio Sanz asegura que su poder es tal que hasta protege al cerebro ante la enfermedad degenerativa del Alzheimer y el Parkinson. Una de las principales razones por la que su ingesta se ha masificado es por que ayuda de forma muy positiva ante el aceleramiento del metabolismo y la disminución de las náuseas.
Ayuda a perder peso: Los ingredientes activos del jengibre aceleran el metabolismo, ayudando a quemar la grasa y perder peso. Además, tiene la capacidad de saciar rápidamente, por lo que evitarás comer a todas horas.
Elimina la inflamación y dolor: Las propiedades analgésicas del té de jengibre alivian el dolor en las articulaciones y estómago.
Mantiene en excelente funcionamiento al sistema inmune: El té de jengibre aporta vitamina C, encargada de mantener altas las defensas del cuerpo para evitar enfermedades o infecciones, así como mantener en óptimo funcionamiento al sistema inmune.
Mejora la circulación: Los minerales y vitaminas en el té de jengibre pueden ayudar a mantener una circulación saludable, asegurando que el oxígeno llegue a las partes del cuerpo que más lo necesitan.
Ayuda a eliminar los dolores menstruales: Sabemos lo doloroso que pueden ser esos días, te re comendamos beber té de jengibre para reducir los espasmos y dolores en el vientre.
controla el estrés y ansiedad: La sustancia ginerol que se encuentra en el jengibre alivia la ansiedad y equilibra los niveles hormonales. La disminución de dolores musculares y procesos inflamatorios están garantizados tras su ingesta, pues su poder antiflamatorio ayuda considerablemente a atacarlos y aliviar las dolencias.
¿Cómo preparar té de jengibre?
Ingredientes:
Una raíz de jengibre
Jugo de dos limones
Una cucharadita de miel
Agua
Preparación:
Pela la raíz de jengibre y córtala en 10 pedazos.
Hierve el agua.
Añade los pedazos de jengibre al agua y deja reposar por 10 minutos.
Cuela el líquido en una taza.
Añade el jugo de limón y la miel.